El jueves 27 de mayo los jovenes Lidia Arasanz, Daniel Marín y David acompañados por Elías Vived de la asociación Down Huesca tuvieron un coloquio con una veintena de alumnos de 1º bachillerato que están cursando la asignatura de psicología.
Las valoraciones del alumnado son las siguientes: Nos contaron sus experiencias con entusiasmo, anécdotas de su vida independiente, y creo que todos nos quedamos sorprendidos de su desparpajo
, su ilusión, sus ganas de explicarse y de ser comprendidos.
Deberíamos tomar ejemplo en muchas cosas: sus ganas de vivir, de formar parte de esta sociedad, de demostrar que tienen cosas que aportar.
No existen obstáculos que con esfuerzo no puedan superarse y es ese afán de superación lo que es realmente de admirar.
Es muy importante la integración y creo que charlas de este tipo, en un ambiente distendido, nos hacen formarnos y crecer como personas, fomentando la tolerancia y la aceptación de otros, que aunque no sean igual que nosotros, nos ayudan a valorar cosas a las que no damos importancia y que tienen importancia en sí mismas, y nos muestran que ser diferentes hace que todos nos aportemos a todos.
Irene Pallás El jueves pasado, los alumnos de psicología del IES Ramón y Cajal, tuvimos la oportunidad de pasar una hora conversando con varios miembros de la Asociación Down de Huesca.
La cercanía con la que nos narraron sus rutinas (en los pisos tutelados, en los diferentes talleres de la Asociación...) nos permitieron conectar a unos con otros.
En un ambiente de completo respeto, se suscitaron preguntas que fueron respondidas con naturalidad y franqueza por los propios miembros de dicha asociación.
Al final de la sesión, admitieron con sinceridad que de vez en cuando tienen pequeños percances en los pisos tutelados. ¡Y cuál fue nuestra sorpresa escuchar que alguno de estos problemas es que cierran la puerta de casa con las llaves puestas por dentro! Algo que nos resulta cotidiano y próximo a nosotros, ya que a más de uno nos sucede en nuestro día a día.
Esta anécdota (junto a otras que compartieron con nosotros) hicieron que nos diésemos cuenta de que no somos tan diferentes. Además, nos recordó que tenemos que tratar de seguir luchando por la igualdad, y por lograr el respeto. Pero no alcanzar estos objetivos, con el fin de crear una sociedad homogénea. Si no integrarnos todos en uno aceptando nuestras diferencias.
Lia Blasco En mi caso la considero como una gran aportación, una aportación de valores y apreciación a las cosas pequeñas y simples. No te crean compasión y mucho menos pena, más bien te enseñan, ese es el verbo y la definición exacta de la charla. Son un ejemplo de superación y de crecimiento personal, te enseñan a valorar las pequeñas metas y a ser feliz con lo que se tiene y sobre todo a estar satisfecho con todo aquello que vas consiguiendo. Nosotros solemos tener todo prácticamente hecho, apenas tenemos que esforzarnos o luchar, por lo que no están entre nosotros los héroes o los valientes, están en aquellas personas que luchan cada día por poder ser un poquito mejores. Y por encima de todo ayudaron a sacar muchísimas sonrisas y a pasar un rato muy ameno y divertido, olvidando las diferencias físicas que existen. Porque, en realidad, hacen que te pares a pensar y te preguntes: y es que, verdaderamente, ¿dónde están nuestras diferencias .
Mónica Celigueta
Fuente: Diario del Altoaragón. 05/06/2014