La autora, de 84 años, presentó ayer su libro en Monzón
MONZÓN.- Mercedes Cardona, de 84 años de edad, natural de Barcelona y afincada en Monzón desde el inicio de la pasada década, presentó ayer en la Casa de la Cultura de la capital ribereña el libro "Vivencias, sueños y poemas". La autora es miembro de la ADO "Miguel Servet", cuyos responsables le animaron a publicar, y de la impresión se ha encargado la Fundación Bolskan. En poco más de cien páginas,
Cardona saca a la luz su amor por la vida, el mar, la luz, la naturaleza y la pintura (su otra gran afición artística), y sobre todo la pasión por la prosa y la poesía. "Para mí, escribir es tan necesario como respirar. Escribo desde que tengo uso de razón. No sabría vivir sin hacerlo", comentó.
María de la Cal, sicóloga y ex trabajadora de la ADO "Miguel Servet", presentó a Cardona como una persona "inquieta, sensible, íntegra y luchadora", y valoró los textos de crítica social en los que la escritora denuncia la pérdida de valores, la juventud desnortada, la televisión basura y el consumismo. Curtida en las mil batallas de la discapacidad, Mercedes "vende" ilusión y entusiasmo.
El libro comienza así: "Aterricé en este hermoso planeta el 26 de agosto de 1929. El año 1931, de golpe enfermé con una alta fiebre, nadie sabía el porqué, duró tres días, lo descubrieron demasiado tarde: era poliomielitis. En aquellos años eran muchos los afectados como yo; aún no se había descubierto la vacuna, era como la lotería, con la diferencia de que esto dura toda una vida".
Mercedes quería ser periodista, pero no tuvo ocasión. Piensa que si le hubiesen dado la oportunidad, no lo habría hecho mal. Se casó y tuvo dos hijos. Ayer leyó algunas reflexiones incluidas en el libro y emocionó a los familiares y amigos que la arroparon. "Cuento mi realidad, lo que siento ante un atardecer o cuando estoy frente al mar y las olas me hablan. Porque hablan", dijo.
Escribir y pintar son las terapias de la inquieta catalana (al final, la enfermedad la sentó en una silla de ruedas). "Cuando escribo y pinto se me pasan todos los males. Siento un gran placer y liberación", susurró con los ojos humedecidos. Entre poemas y óleos, Mercedes se encuentra bien.
Fuente: Diario del Altoaragón. 30/05/2014